COMPLICIDADES IMPERFECTAS

Me encantaría compartir con ustedes una experiencia que viví en 2022.

Quince años antes, en julio de 2007, escribí una novela llamada “Complicidades Imperfectas”, una historia que en realidad lloré sobre el papel por su crueldad, situada en la época del terrorismo estatal y los ‘desaparecidos’ de mi país, Argentina.

Específicamente, se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires y, parte de ella, en el edificio de la temible E.S.M.A. (hoy ex ESMA).

Lo curioso es que, en el ínterin, publiqué otros textos de distintas temáticas. Y cada vez que recordaba esta novela, me decía a mí misma que primero quería revisarla históricamente, ya que no es histórica pero denuncia, a través de sus personajes de ficción, cosas gravísimas que ocurrieron en mi patria. Por ende, quería controlar que la había ubicado en tiempo y lugar correctamente.

En tanto, mi amiga María Luisa, profesora de letras, insistía en que la publicara, ya que el estudio de aquella época era ignorado en los programas escolares y ella sabía que los jóvenes leerían con fruición una novela. Parece que toleramos mejor la historia si está ficcionalizada.

La oportunidad llegó con mi jubilación. Gran parte del año 2022 la pasé estudiando todo lo que encontré sobre ese doloroso trozo de historia argentina. Luego controlé mi texto de 2007 y descubrí que era correcta su ubicación. Por agosto o setiembre decidí publicarlo en Amazon y así llegó octubre- de 2022.

Una noche, cenando y viendo noticias, me enteré del éxito europeo de la película Argentina. 1985 y me alegré al pensar que, por fin, el conocimiento del luctuoso período comenzaría a llegar a la sociedad toda. Y, ¡oh, sorpresa!, me di cuenta de que Complicidades imperfectas contribuiría mucho a expandir ese conocimiento… Claro, todo depende, jaja, de que sea leída. Sobre todo, me conmovió la idea de que al fin los argentinos más jóvenes irán teniendo mayor conocimiento sobre esa época: la Historia es maestra de la vida.

La novela está en Amazon para quien desee leerla; mientras tanto, estoy escribiendo su continuación, que alterna lágrimas y sonrisas en mí.

Actualmente Amazon permite adquirir los eBooks de manera digital, aunque no se posea un Kindle.

Si alguien accede a ella y tiene la paciencia de disfrutarla (o sufrirla), me encantará que me la comente y ello incluye cualquier tipo de concepto, ciertamente, incluso negativo.

Los dejo con un abrazo.

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