Días atrás, vientos agradables me dejaron en Buenos Aires. Ocasión inmejorable para juntarme con el amigo Mario Cura, dramaturgo porteño. Más precisamente, primer y actual director de mi obra “Una revolución inconclusa. Juana Azurduy de Padilla”. Cada vez que coincidimos en la Gran Urbe nos juntamos a arreglar el mundo. Mario ha sido y es muchas veces aún mi mentor, sus consejos literarios siempre me aclaran cosas, porque hace muy poco que me convertí en sólo escritora y a veces todavía quedo anclada en las antiguas costumbres de abogada…
La semana pasada agregamos una breve charla política a los intereses artísticos. Nos juntamos en nuestro café preferido, el “Bonafide” de Thames casi Paraguay (Thames 2215, Palermo – @bonafide.sojo en Instagram). Alicia, su propietaria, tuvo la gentileza de tomarnos unas fotos. El lugar es sumamente agradable, se percibe la empatía de quienes trabajan allí y de Alicia, por supuesto.
Como siempre, cada encuentro con Mario me ayuda a volar por los maravillosos espacios de la inspiración y la más exquisita cultura, por lo que yo le quedo inmensamente agradecida. Para no perder la costumbre, volvimos a encontrarnos el siguiente lunes, con el fin de cerrar las historias interrumpidas en la cita anterior.
Hasta nuestro próximo encuentro en el querido “Bonafide”.
VIOLETA HERRERO 