BREVE RECORRIDO POR EL MALBA

Pocos meses atrás, un día me encontré parada frente al MALBA, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Avda. Figueroa Alcorta 3.415). Era un viejo sueño, nunca antes había logrado llegar. Inaugurado en septiembre de 2001 (¡qué mes, históricamente hablando!), responde al estilo deconstructivista, con su geometría poliédrica, hermosa, que me invitó a entrar con mucho gusto. Posee escaleras mecánicas. Sugiero leer sobre él en Internet, es interesante.

Visité en el primer piso todas las salas, llenas de hermosos cuadros y esculturas modernas. Por ejemplo, me quedé un rato largo frente a un Spilimbergo, a varios Berni, y a un Botero (días antes había fallecido en Mónaco este artista).

La segunda planta contenía una exposición de Edgardo Giménez, a quien yo, por supuesto, no conocía. Me encantó su humor, su mirada sobre la vida (bueno, la que me parece surgir de lo que estaba expuesto: por ejemplo, una madama de traje largo rojo sangre, antes de ingresar, y un saltamontes muy verde, que me pareció ideal para una visita de los nietos). 

Vuelvo a la primera planta: allí entré con unción y maravilla en una sala umbría dedicada a Frida Kahlo (“Diego y yo”). La amo especialmente; dos veces visité la Casa Azul de Coyoacán, y su historia personal, así como su pintura y la magia que rodea todo lo suyo, me atraen desde que la conocí (1999). Amén de haberle dedicado algún poema y creo que un cuento hace un millón de años… Pero esta vez vi algo que nunca antes y que detuvo el aire y el tiempo en mi garganta: tres fotos de ella, una en una manifestación política, diez días antes de morir; otra en el hospital, y una tercera dentro de su féretro, con la faz tranquila. Como suelo, de inmediato me metí en mi alma a pensar en este destino andariego y extraño de los humanos…

De premio, antes de volverme a casa, compré un sandwich en el restaurant que posee el museo y regresé apretando el paquetito, pensando en lo ignorante que soy en materia de artes visuales. Pasé demasiada vida encuevada entre libros y papeles. Hora de recuperar el sentido profundamente liberador del arte.

Cuando vayan por Buenos Aires, no dejen de visitar el MALBA (@museomalba).  Está ubicado en Av. Figueroa Alcorta 3.415. Pueden visitar su página web y decidir cuál de las maravillosas exposiciones desean ver: https://www.malba.org.ar

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