Una poesía para despedir el Febrero Güemesiano

EN MEMORIA DE LOS VALIENTES NORTEÑOS DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA ARGENTINA

Esta poesía, que escribí en 2021, se refiere a los gauchos (soldados y oficiales) que existían en Salta según un censo de 1818, luchando en terribles condiciones económicas para expulsar a los enemigos. Eran 6.610, con nombres y apellidos, pero, como suelen hacer los que escriben la historia oficial, los dejaron durante muchísimo tiempo olvidados. Sin ellos, Argentina no hubiera sido lo que es hoy (como configuración territorial).

ERAN SEIS MIL SEISCIENTOS DIEZ VALIENTES

Impregnado de fuego y huracanes
-pura pasión chorreando sus caballos-,
el gauchaje inscribió sobre el terruño
libertad e ilusiones a raudales.

Carga simbólica de un suelo todo
-de mujeres, de niños y varones-
llenos del sueño de una honesta patria
¡y apasionados!: fue su solo modo.

Gloria y andrajos que olvidó la historia.
Muertes y sangre que tomó la tierra.
Destrucción y dolores por la guerra,
perversidades casi sin memoria.

Crispados por el miedo nos sentimos…
Mándanos, General, a tus soldados,
sus tambores y pechos valerosos
para obtener la patria que quisimos.

Fuego y valor en albas de platino,
hambre de estómagos, de amor de patria:
tus milicias tocaron las alturas,
labrando con su sangre otro destino.

Dos siglos ha que el valle se ha callado;
las almas de los gauchos, ateridas,
y desolados tantos oficiales,
aquellos que apostaran por la vida:

Sandoval, De la Torre, los Gorriti,
Chocolate Saravia y Mollinedo,
Manuel Eduardo Arias y Refojos,
y Gabino Sardina y José Moldes,
don Jorge Vidt y Zacarías Yanci,
Sinforoso Morales, los Gallardo,
don Francisco Velarde y Luis Burela,
Francisco Puca Puca y Diego Ampuero,
Jerónimo Chanchorra y Miguel Lanza,
Benito Mendivil, Manuel Boedo,
Don Mariano Zabala y Ángel Zerda y…
¡todos los que desbordan de estos versos!

Hace falta que nazcan nuevos Güemes,
y otro pueblo de gauchas y de gauchos
que en la entraña del tiempo reconstruyan
cien cimientos más firmes y más fuertes.

Encarnando las almas de aquel pueblo,
vuelva a esta tierra y corra por sus valles
el sueño sudamericano: seamos
los hacedores de la Patria Grande..





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